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Protección Solar: Tu Mejor Aliado Contra el Cáncer de Piel



Con la llegada del verano, las vacaciones y la playa, las quemaduras de tercer grado se convierten en una preocupación constante para todo tipo de piel. Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de piel representa un tercio de todos los cánceres del mundo, causando aproximadamente 100,000 muertes cada año. En algunos lugares la cifra es aún más alarmante, por ejemplo, la Skin Cancer Foundation apunta que, en los últimos 30 años, “más estadounidenses han tenido cáncer de piel que todos los demás cánceres combinados”.

Padre poniendo crema solar a su hijo

Pese a estas cifras, el cuidado de la piel suele ser subestimado. Afortunadamente, sabemos que uno de los métodos más efectivos para reducir el riesgo principal es la aplicación de protección solar. Sin embargo, ya sea por imprudencia, desconocimiento o complejidad del tema, miles de personas aún ponen en riesgo su salud.

Por lo tanto, es crucial entender cómo funcionan los protectores solares y cómo podemos disfrutar del verano sin poner en riesgo nuestra salud.

El Sol y el Riesgo del Cáncer de Piel

No te saltes la crema solar

El sol, aunque esencial para la vida, también es un riesgo para la salud de nuestra piel. La exposición al sol está estrechamente vinculada con el cáncer, y la utilización de protectores solares puede ayudar a reducir el riesgo de carcinoma, el tipo de cáncer más común.

Tanto los rayos ultravioleta A (UVA) como los ultravioleta B (UVB) pueden incrementar el riesgo de cáncer, aunque de maneras diferentes. Los rayos UVA afectan la elasticidad de la piel y pueden producir manchas solares, mientras que los rayos UVB causan quemaduras. Aunque se creía que solo los rayos UVB causaban cáncer, ahora sabemos que no es así.

Es importante recordar que el riesgo puede variar de persona a persona, dependiendo de factores genéticos y ambientales. Por lo tanto, es de suma importancia no descuidar la protección solar.

Entendiendo el Factor de Protección Solar

Protector solar piel

El “Factor de protección solar” (FPS) es un indicador que nos proporciona información sobre cuánto una crema solar corporal o spray puede proteger nuestra piel de los rayos ultravioleta del sol. No obstante, es importante aclarar que el FPS (SPF en inglés) no ofrece una protección específica contra el cáncer de piel, aunque su uso adecuado puede ayudar a minimizar el riesgo.

El FPS se calcula mediante un procedimiento comparativo, en el que se observa cómo responde la piel con protección solar frente a la piel sin protección, bajo la exposición a los rayos del sol. Este cálculo nos permite tener una idea aproximada de cuánto tiempo más podemos estar al sol con un protector solar antes de empezar a sufrir una quemadura solar, en comparación con cuánto tiempo nos llevaría sin usarlo.

La relación entre el FPS y la protección que brinda es exponencial, lo que significa que la protección que proporciona un protector solar crece muy rápidamente hasta llegar a un FPS de 30 y, a partir de ahí, el incremento en la protección es más gradual y menos notable hasta una protección alta como FPS 50 (SPF 50 en inglés).

A pesar de esta información, es fundamental tener en cuenta que la mayoría de las personas no aplican el protector solar de manera correcta ni en la cantidad adecuada, sobre todo si tienen una piel sensible. Adicionalmente, hay otros factores que pueden reducir su efectividad, como el sudor, el agua o no reaplicar el protector solar cada ciertas horas. En consecuencia, cuando existen dudas sobre qué FPS elegir, generalmente es recomendable optar por un FPS más alto. Esto no significa que proporcionará una protección completa, pero puede ofrecer una protección adicional en casos donde la aplicación no sea óptima.

La Importancia de la Protección Contra Diversos Tipos de Radiación

La protección solar va más allá de simplemente protegerse contra las quemaduras solares. También es fundamental para proteger la piel contra diversos tipos de radiación solar, principalmente los rayos UVA y UVB.

Los rayos UVA, que representan alrededor del 95% de la radiación ultravioleta que llega a la Tierra, pueden penetrar profundamente en las capas de la piel y contribuir al envejecimiento prematuro, causando arrugas y manchas de la edad. Además, también están asociados con algunos tipos de cáncer de piel.

Por otro lado, los rayos UVB, aunque representan una fracción menor de la radiación solar, son muy biológicamente activos y son los principales responsables de las quemaduras solares y de la mayoría de los cánceres de piel, incluyendo el melanoma, la forma más peligrosa.

Es por eso que es esencial usar un protector solar de amplio espectro, lo que significa que puede proteger contra ambos tipos de radiación. Sin embargo, la protección solar no se limita únicamente al uso de protector solar. También incluye medidas como buscar sombra durante las horas pico de radiación solar, usar ropa protectora, sombreros y gafas de sol, y evitar el uso de camas de bronceado que emiten radiación UV dañina.

Por último, es importante recordar que la protección solar es necesaria durante todo el año, ya que los rayos UVA pueden atravesar las nubes e incluso el vidrio. De esta manera, se garantiza una protección constante contra los efectos nocivos de la radiación solar.

Cuidado con el Agua

Protección solar niños

Es común que durante los días de verano, pasaemos un buen tiempo en el agua, ya sea en la piscina o en el mar. Sin embargo, este hábito puede poner en riesgo la efectividad de nuestro protector solar.

La resistencia al agua es una característica crucial que no debemos pasar por alto al elegir nuestros protectores solares. Varios estudios señalan que una de las principales razones por las que los protectores solares pierden su efectividad es debido a que no resisten adecuadamente el contacto con el agua.

Pero, ¿qué significa realmente que un protector solar sea “resistente al agua”? Según las regulaciones, un producto etiquetado como “Water-Resistant” debe mantener su nivel de protección solar después de 40 minutos de inmersión en agua. Por otro lado, un producto “WaterProof” debe mantener su protección incluso después de 80 minutos de inmersión.

Es esencial tener en cuenta que incluso los protectores solares resistentes al agua pueden perder su efectividad con el tiempo, la transpiración y después de secarnos con una toalla. Por lo tanto, es recomendable reaplicar el protector solar cada vez que salgamos del agua y después de secarnos.

Además, no todos los protectores solares son resistentes al agua. Por lo tanto, si planeas nadar o realizar actividades que te hagan sudar, asegúrate de seleccionar un producto que ofrezca esta característica. Busca en la etiqueta términos como “resistente al agua” o “waterproof”.

Por último, recuerda que ningún protector solar es completamente a prueba de agua, por lo que la reaplicación regular es esencial para mantener tu piel protegida durante todo el día.

Aplicación del Protector Solar

La aplicación correcta del protector solar es tan importante como la elección del producto en sí. Aunque pueda parecer algo sencillo, varios estudios indican que la mayoría de las personas no aplican el protector solar de manera adecuada, lo que puede reducir significativamente su eficacia. Aquí te proporcionamos algunos consejos para que puedas sacar el máximo provecho de tu protector solar.

Antes de Exponerte al Sol

Los expertos sugieren que debes aplicar el protector solar entre 15 y 30 minutos antes de exponerte al sol. Esta recomendación se debe a que muchos protectores solares necesitan tiempo para ser absorbidos por la piel y comenzar a funcionar correctamente.

Cubre Todas las Áreas Expuestas

Asegúrate de aplicar el protector solar en todas las áreas de tu cuerpo que estarán expuestas al sol. Esto incluye lugares que a menudo se pasan por alto, como las orejas, los labios, la parte posterior de las rodillas y los pies. No olvides que algunas de las áreas más sensibles, como la cara y el cuello, pueden necesitar una protección especial, por lo que podrías considerar el uso de un protector solar específico para esas áreas.

Cantidad Adecuada

Para obtener la protección indicada por el factor de protección solar (FPS), necesitas aplicar una cantidad suficiente de producto. La regla general es aplicar 2 miligramos de protector solar por cada centímetro cuadrado de piel. Para un adulto de tamaño medio, esto equivale aproximadamente a un vaso de chupito lleno de protector solar.

Reaplicación

Es importante reaplicar el protector solar regularmente, por lo menos cada dos horas. Sin embargo, si has estado nadando, sudando o te has secado con una toalla, debes reaplicarlo inmediatamente. Recuerda que ningún protector solar, independientemente de su FPS o si es resistente al agua, proporciona protección durante todo el día con una sola aplicación.

Siguiendo estos consejos, puedes asegurarte de que tu piel esté adecuadamente protegida del sol, permitiéndote disfrutar del verano de forma segura y saludable.

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